domingo, 22 de noviembre de 2009

.en medio del puente.

ni el inicio, ni la meta. notando que es casi lo mismo avanzar que retroceder, pero con sus grandiosas diferencias. sin un blanco, sin un negro. sin opuestos que nos ridiculicen en el positivismo frustrante de no comprenderlo en conjunto. con preguntas sin respuestas, cebadores claves de mis pensamientos. antagónicos puntos extremos que mantienen esta tensión mía, que Morin aplaude efusivo, cada vez que un paso nos desestructura y otro nos vuelve recursivos. contemplando siempre el paisaje, sin dejar de percibir nuestros propios sentidos, y ese abuso siempre noble del vínculo con los deMás, los deMenos, que me retribuye en un suspiro otra dosis de egoísta bienestar, que al fin y al cabo intenta siempre ser solidario. y de nuevo en la tensión. una mirada interdisciplinaria, y una suma de las partes, que verdaderamente contemple todo, me haga plena, y me permita esta simbiosis, con el TODO, conmigo, y con vos. espectador brechtiano que quiere ser partícipe de una realidad llevada a sus últimas consecuencias, sin fantasías, pero fantástica. y con el límite siempre difuso de un ánimo utópico por transitar este camino hacia quién-sabe-dónde, pero la clara idea de no hacernos daño, y que el árbol no nos tape el bosque.